JUNTAS METÁLICAS

Arandelas

Juntas metálicas

Tienen todas ellas una característica común, el ser juntas fabricadas de metal sólido. A partir de aquí, se abre una gran posibilidad de distintos tipos de juntas según su sección pudiéndose distinguir: las planas, corrugadas, dentadas, lenticulares, tóricas.Sus aplicaciones fundamentales son los intercambiadores de calor, reactores, tapas de válvulas, prensas hidráulicas y demás equipos a presión que soporten condiciones extremas ya que las juntas solidas metálicas tienen muy buenas características mecánicas y de conductividad térmica. Dependiendo de la selección del material presentan una gran resistencia a la temperatura, corrosión y presión.

Hay que tener en cuenta que este tipo de juntas se emplearan en cierres donde se requieran cualidades de comprensibilidad, ya que el sellado se produce por medio de una fuerza bruta sobre la superficie de la junta. En consecuencia, el metal de la junta debe tener una dureza interior a la del asiento. Estas juntas se fabrican en los mas diversos materiales. Acero al Carbono, AISIS 304, AISI 304L, AISI 316, AISI 321, AISI 502, Alloy400, Titanio y un largo etcétera. Del mismo modo si bien su fabricación en una pieza está limitada a la medida del ancho comercial de la lámina metálica, no hay limitación alguna de las dimensiones utilizando la soldadura, la cual se realiza mediante procedimientos homologados por empresas externas especializadas, estando disponibles estos a petición de nuestros clientes.

Espirometálicas

La junta espirometálica está compuesta de unas tiras alternas de metal previamente formado y continuo en forma de “V” y un material de relleno no metálico que lo perfila y lo arrolla en forma de espiral bajo una presión constante. Interior y exterior están reforzadas por no menos de 3 capas de metal sin relleno y soldadas por unos puntos eléctricamente para conferir mayor estabilidad a la junta. Este diseño de la junta, confiere a la misma de unas características óptimas para proporcionar un perfecto sellado en cualquier condición ya que la flexibilidad de su perfil hace que sometida a compresión actué como un resorte, logrando así un cierre efectivo y no corrosivo. Además, este tipo de juntas proporciona un sellado autoadaptable, por lo que su rendimiento no varía incluso en casos en los que las superficies de las caras estén ligeramente desgastadas o deformadas. Las aplicaciones de estas juntas son innumerables ya que son aptas para altas presiones, temperaturas criogénicas y temperaturas de hasta 1.000 C así como dependiendo de los materiales seleccionados, utilizables contra los fluidos corrosivos y tóxicos. Por todo ello, se puede afirmar que tienen aplicación industrial universal, destacando: la industria petrolífera, química, nuclear, naval y aeronáutica.

Estas juntas son fabricadas bajo norma o plano y con una amplia gama de dimensiones formas y espesores. La combinación más usual es la formada por el AISI 316 con relleno de grafito en espesores de 3,2 y 4,45 mm.